“Cómo caballos bien
alimentados cada cual relinchaba tras la muer de su prójimo”.
Jeremías 5:8
Alfredo A. Calderón
Cámara
En la entrega de ayer
les comentaba de la denuncia penal que existe en contra del gerente del Casino
Taj Mahal, Alberto Ramos Dávida por parte de una joven de nombre Carolina “N”.
después de recibir la información y documentos que acreditan el dicho de la
víctima, este reportero se traslado al Casino Taj Mahal donde logró conversar
con Ramos Dávila, una persona corpulenta y pasada de kilos, un hombre maduro de
conversación amable, frío, calculador, pero que no pudo ocultar la incomodidad y
el temor de tener un periodista invitándolo al diálogo sobre el deplorable tema
del acoso e intento de abuso sexual del que está demandado penalmente, atento
en esos momento atendía otro asunto delicado, pidió dos minutos al reportero.
Terminando de atender a las otras personas, de inmediato el gerente del Taj
Mahal marco por su celular a sus abogados y salió del edificio para poder
hablar en privacidad. Al terminar con una sonrisa y extendiendo la mano, saludó
y después de las presentaciones de rigor, su comentario fue contundente.
“Mis abogados –salí a hablar con ellos- me indican que no
puedo dar ninguna versión de los hechos en mi defensa, por lo que no puedo en
estos momentos decir nada, puede Usted hacer su nota y ya mis abogados
contestaran de la manera que más nos convenga, por replica o ante las
instancias legales.” Así, claro, amable y
sin perder la diplomacia. La respuesta por parte del columnista no se dejo
esperar “desde luego que la nota se hará,
la importancia de tener su versión de los hechos se da en función de tener
todas las versiones y no hay ningún problema, sus abogados están en todo su
derecho de responder vía carta aclaratoria o demanda penal, como ustedes lo
consideren mejor”. Es evidente que Ramos Dávila tiene el temor de lo que
pueda trascender, máxime cuando la joven Carolina por defender su honor, su
moral y su honestidad no sólo ha demandado justicia por las vías penales, sino
incluso está dispuesta a dejar constancia ante la opinión pública de lo que
aconteció a su persona en las entrañas del Casino Taj Mahal, pues la dama considera que no es posible que un
hecho tan aberrante quede en la impunidad.
Llaman la atención
dos aristas observadas; una, la fragilidad de la joven acosada sexualmente ante
la corpulencia del presunto inculpado. Dos, el temor a hablar abiertamente del
gerente del Taj Mahal sobre todo porque cuando sucedieron los hechos de los que
es señalado, en ningún momento no llamó a sus abogados, pues un hecho así se
comete en la clandestinidad. De una u otra manera, el tema tiene demasiados
elementos para el análisis profundo. No se trata de linchar a Ramos Dávila,
pero es imprescindible que la joven agredida sienta que tiene alternativas de
defensa independientemente de las jurídicas y que la impunidad tiene límites…
EL SEPTIMO SELLO
Es evidente que todo
este asunto genera una publicidad negativa para el Taj Mahal, pero la misma
tiene su origen en el comportamiento de su gerente general…
LA SEPTIMA TROMPETA
Hoy por la mañana
nació el tercer nieto del columnista. Bienvenido Josué y felicidades a Laura y
a Limantour. También puede revisar esta columna en el blog http://alfredocalderon.blogspot.com/
.
Denuncias,
soplos y chavatazos al teléfono 99 33 18 21 65…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.