Agua y desastre…

“y se desanimó el pueblo por el camino”…

Números 21:4

Alfredo A. Calderón Cámara

alfredocalderon@hotmail.com

Tabasco cada año regresa al agua y la desolación social, tres años y seis meses después de aquel 18 de abril de 2008 en el cual la efímera gloria presidencial visitó Tabasco, juntando a miles de tabasqueños que después de la inundación del 2007, pecando de ingenuos le volvieron a dar el voto de confianza al Mandatario Federal; hoy, con sus hogares dentro del agua, no les queda otra más que observar que la palabra de Felipe Calderón Hinojosa todo este tiempo ha estado: inerte, tirada, floja, inactiva, indolente y perezosa. 42 meses, largo tiempo en que poco menos que nada ha dejado la CONAGUA de beneficio sólido a Tabasco, mentira tras mentira, irrespetuosos y viles, ladinos y sucios; todo ha sido, para que desde la CONAGUA, los ladrones de cuello blanco se llenen con contratos leoninos que sólo han servido para engordar cuentas bancarias. El responsable, José Luis Luege es el personaje que tiene, sostiene y mantiene el hábito de pronunciar palabras huecas y falsas; ahora, para desgracia de Tabasco ahora ni siquiera da la cara, aunque queda claro que es el servidor público que Calderón Hinojosa nombró para resolver los problemas de inundación; desde entonces, ha mentido, mintió, sigue mintiendo y seguirá en su falso decir porque falta a su palabra sin la menor repugnancia.

Felipe Calderón, rehén de los poderosos, tan vilipendiado a lo largo y ancho del país por los agraviados en su guerra contra el crimen organizado; después de la terrible desgracia del 2007, dejó caer a Tabasco en el insondable pozo de la boca de Luege Tamargo. En  CONAGUA mienten con tanto descaro que cuando dicen que va a llover, hay sequía y en plena seca el diluvio es atroz; el desastroso Plan Hídrico Integral para Tabasco ha sido eso; una serie de traiciones, donde sus víctimas –miles de tabasqueños- escuchan de estos traidores lo que debería ser verdad y no es otra cosa que una falta de respeto a Tabasco que inundación tras inundación sigue prevaleciendo en la inseguridad y la desconfianza. El Plan Hídrico sentado en el lomo de una carey, es el fruto de la rutina y la pereza en que divagan sus usuras: obras inconclusas, sin brújulas, bordos mal construidos al margen del Estado de Derecho, agravios por todos lados, todo al “ahí se va”, la indolencia como piedra angular mientras Tabasco año tras año cíclicamente se hunde debajo de miles de toneladas de agua que sirven para resguardar el saqueo y la depredación de los recursos de la Federación.

Qué esperanza tiene Tabasco, si todo ha sido contratos amañados, fortunas al amparo del poder, construcción de residencias millonarias con dinero público, tráfico de influencias y roer del presupuesto es la constante de propios y extraños, al tiempo que la virtud danza en los labios mentirosos; eso sí, la caballerosidad es la ganzúa de estos estafadores. La experiencia dicta que Tabasco tiene que temblar cuando Luege Tamargo sonríe y regresa con otra etapa del Plan Hídrico; de seguro, vienen tanteando los tiempos electorales para repartir despensas y migajas económicas, negar que sus armas son poderosas por invisibles, además de ser unos irresponsables en la construcción de los bordos al margen de la ley, es tanto que sólo es similar a esas alimañas que cavan sus madrigueras al azar. Saben que en Tabasco tienen cómplices, pero no amigos. Los amigos se respetan, ellos no han respetado nada ni a nadie. Hoy no debe ser distinto porque Luegue Tamargo sabe que Tabasco sólo tiene una visión de futuro: agua y desastre…

EL SEPTIMO SELLO

La garganta de Felipe se desbocó: "Con el Plan Integral restituiremos el equilibrio ecológico y contribuiremos a reducir el riesgo de inundación… El Plan Hídrico Integral para Tabasco representa una inversión sin precedentes de más de nueve mil millones de pesos del Gobierno Federal en favor del pueblo de Tabasco"; pero, 3 años y medio después, el agua sucia sigue llenando los hogares de los campesinos de Tabasco y eso no se vale…

LA SEPTIMA TROMPETA

A Felipe Calderón poco le importan los tabasqueños, hizo como que hacía, trajo medio gabinete y armó toda una faramalla.