Se le denomina a la última gran guerra. Esto será en el gran valle de Megido que está en medio de Palestina desde el Mar Mediterráneo hasta el río Jordán. Tiene 300 kilómetros de largo y 15 de ancho.
La gran batalla de Armagedón es la batalla final de la historia humana. Todos los ejércitos del mundo protegerán sus propios intereses, llegaran a Megido, se unirán formando un solo ejército que estará listos para exterminar a los judíos y obtener todo el petróleo de Medio Oriente. Aquí es cuando Jesucristo interviene y detiene la locura y la maldad de la humanidad.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Podrido el Décimo Circuito…


“Él hace andar despojados de consejo a los consejeros, Y entontece a los jueces”…
Job 12:17




Alfredo A. Calderón Cámara
Mientras la sociedad de Tabasco requiere seguridad jurídica y que sus reclamos sean atendidos en tiempo y forma, en el Decimo Circuito del Poder Judicial de la Federación (DCPJF) las cosas caminan con los pies hundidos en el fango del nepotismo, del tráfico de influencias, de abusos a sus empleados y de un grotesco y brutal terrorismo laboral que ofende no sólo a Tabasco sino a todo el país, porque los oídos sordos y ojos ciegos del Consejo de la Judicatura Federal no oye ni ve toda la parafernalia que está sucediendo donde juristas y profesionales del Derecho la mayoría originarios de Tabasco están siendo tratados en sus ejercicios laborales como vulgares prostitutas. Contaminados por el descontento laboral de unos cuántos empleados que dieron la cara la semana pasada, un grupo selecto de empleados juristas pensantes, sabiendo el revanchismo y las consecuencias que los “todopoderosos” magistrados y jueces del DCPJF tomaran en su contra, lejos de dar la pelea de frente, optaron por solicitar el anonimato a cambio de abrir una fructífera veta informativa que incontenible fluye desde sus entrañas toda la podredumbre y envilecimiento que impera, obligando incluso al Consejo de la Judicatura a voltear los ojos ante la brutal fetidez que prevalece y sacudirá los cimientos, abortará los engendros de la corrupción y terminará al final de la lucha con la recuperación de la dignidad en Tabasco.

Mientras los hombres justos rehúyen la complicidad con el mal  y niegan homenajes a los falsos valores que ponen sus raíces en la improbidad que lacera la dignidad jurídica y laboral, las innegables  confabulaciones de favoritos y charlatanes líderes sindicales e incondicionales que día a día lucran con lo único que les queda a los empleados del DCPJF: una maltrecha salud, una desquebrajada unidad familiar; por eso, la demanda unánime de los empleados de esta instancia federal no es que baje la presión que existe de la injusticia con que cotidianamente son tratados, lo que requieren es que desaparezcan los incondicionales que gozan del favor y la caridad de jueces y magistrados, porque la justicia no consiste en ocultar las lacras ante revisiones y auditorias, sino en suprimirlas porque los remedios inútiles sólo sirven para complicar las enfermedades que agobian equilibrio y estabilidad del DCPJF.

El desequilibrio existente dentro del DCPJF ha engendrado la voz que rebasando los límites de la confidencialidad, obligó a asumir decisiones temerarias y difíciles, no por abstrusas hipótesis, sino porque pone el dedo en la llaga, es decir, en el ser, en la esencia inmaculada de honorabilidad del PJF, que es donde más duele, donde magistrados y jueces a pesar de sus negaciones, de su amargura de denunciados y su rabia de abochornados, no serán capaces de reparar el pasado, porque parece que está podrido el Decimo Circuito…

EL SEPTIMO SELLO
Botón de muestra, el grueso legajo que sustenta las irregularidades cometidas por del Coordinador de jueces y Juez Segundo de Distrito Benjamín Rubio Chávez; así como los datos aportados de la pésima actuación del Juez Primero de Distrito, Miguel Ángel Álvarez Bibiano, documentos que merecen revisión y análisis a fondo; de lo que resulte es seguro que en breve será diseccionado sin miseria de espacio ni tinta…

LA SEPTIMA TROMPETA
Apenas y se leyeron algunos documentos, no queda duda que el poder vuelve loco a quien lo detenta, en el DCPJF no logran entender que en las sociedades bárbaras, la lucha por la vida depende del desequilibrio de las partes, porque todo privilegio a favor de los incondicionales, es un residuo de barbarie violatoria de la justicia. Habrá más…

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