“Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede”
Mateo 5:37
Alfredo A. Calderón Cámara
A pesar de todas las estridencias que la sociedad observa camino al proceso en Tabasco; todavía el estado no entra a una etapa bélica. Puede ser –y así lo ven muchos, el atolladero-, pero no la guerra. Por ello, más que hablar del hostil narcisismo de las diferencias entre priistas, habrá que hablar de los involuntarios beneficios que dichos desacuerdos traen. El escenario de nuevas arenas de conflicto permite mirar dos cosas: la desnudez política y la reconformación de valores ideológicos e identidades partidistas. Si es que los hay. El tiempo señala en gestación una nueva agenda de controversias, pero, será posible reconsiderar los viejos motivos del antagonismo. Es decir, el PRI, los grupos políticos y quienes defeccionan del nido del dinosaurio requieren como certificado de personalidad: un pleito digno de ser peleado y definir si se van porque acá les dieron muy poco cuando allá les dan lo mismo o tampoco les dan nada. O se van, porque en realidad están cansados del más de lo mismo y quieren una verdadera alternancia no generacional, sino de visión, de proyecto y de nivel político al momento de gobernar. Necesitan –eso sí- dar cuerpo a sus demandas al ir contra un adversario ¿Podría este nuevo frente de desacuerdos priistas facilitar la clausura del viejo ámbito de disputas internas o seguirán los agazapados sonriendo al tiempo que siguen trabajando para el PRD en lo oculto?
Eso es grave, aunque mucho más grave es seguir disfrutando de manera inconsciente de botellas y chicas en oficinas que de ser el centro de diversión de las “happy party with girls” deberían ser para cumplir su función estratégica y evitar salir todavía humeando a declarar sin ver las partes desarticuladas del rompecabezas y decir que la unidad es real y auto engañarse con encuestas facturadas. Es cierto, la política vive, simultáneamente, ejes de separación y puentes de encuentro, pero no autoengaños. No puede existir un sistema político sin entrañas pluralistas, sin fracturas que separen identidades, a como tampoco puede funcionar sin plataformas que descubran las coincidencias que unen y fortalecen. Tan importante lo uno como lo otro. Sin antagonismos ni diferencias, la democracia partidista interna se extinguiría. Sin ámbitos de conciliación, la democracia se ahogaría como está sucediendo; desde luego, con excepciones, como las de Oscar Castillo Moha que de acuerdo a su naturaleza por un pedazo de hueso, sólo se exhibió y regreso a echarse. Tiempos son estos en los que todavía no comienzan de forma abierta las campañas y el mapa de diferencias y convenios retrata la salud de un régimen plural interno todavía no entendido; tienen operadores políticos, pero les tienen amarradas las manos y lo que no se quiere dimensionar, son las exigencias de la nueva correlación de fuerzas. Las aproximaciones y distanciamientos se reinventan cotidianamente o terminan por romper. No existen hendiduras naturales o provocadas que la democracia política cierre automáticamente.
Una de las tesis de Freud habla y encuera la raíz de muchos de los problemas: el "narcisismo de las pequeñas diferencias" y según él y su razonamiento, la exageración de las pequeñas diferencias da origen a terribles hostilidades. No son los perredistas ni los priistas, ni tribus ni las clases lo que determina la imantación de las identidades. Es la imaginación, el desborde o la prudencia política, la confección de símbolos de agrupación, la definición de prioridades y la elección de aliados lo que conforma el perfil de cómo se va a enfrentar la disyuntiva que toca a la puerta, con fisuras o coexistencias…
EL SEPTIMO SELLO
Las inercias y resistencias son diques difíciles de vencer, de promesas todos están cansados, la moneda en el aire a nadie le sirve. Son tiempos de compromisos serios hechos por hombres que todavía respeten su palabra, los “chimoltrufios” de la política sólo han logrado dañar más lo que se está desmoronando…
LA SEPTIMA TROMPETA
No hay muchas sopas en el PRI. Se deja a un lado la soberbia o todo lo que viene será cuesta abajo. También puede revisar esta columna en el blog http://alfredocalderon.blogspot.com/. Delaciones, chivatazos y confidencias al teléfono 99 33 18 21 65…
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