Se le denomina a la última gran guerra. Esto será en el gran valle de Megido que está en medio de Palestina desde el Mar Mediterráneo hasta el río Jordán. Tiene 300 kilómetros de largo y 15 de ancho.
La gran batalla de Armagedón es la batalla final de la historia humana. Todos los ejércitos del mundo protegerán sus propios intereses, llegaran a Megido, se unirán formando un solo ejército que estará listos para exterminar a los judíos y obtener todo el petróleo de Medio Oriente. Aquí es cuando Jesucristo interviene y detiene la locura y la maldad de la humanidad.

lunes, 30 de mayo de 2011

Hipocresía e iniquidad…

“Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad”…
Mateo 23:28



Alfredo A. Calderón Cámara
En días pasado anotamos que Juan Cáceres era corderista, prueba de ello es que enseñando las vertebras firmó junto con Miguel Ángel Jiménez Landero, Alcalde de Emiliano Zapata y Viridiana Ruiz Carrera el documento de sumisión total a la orden presidencial. Al más viejo estilo priista tan criticado por panistas, Felipe Calderón desde hace varios meses instruyó a Abraham Cherem Mizrahi ex secretario particular de Juan Camilo Mouriño, para posicionar en las delegaciones federales a militantes de lealtad ciega.

El primer intento de control y fuerza sucedió en diciembre cuando desde Los Pinos trataron de imponer a Roberto Gil Zuarth, amigo personal de Carlos Salinas en el PAN. Las diversas corrientes impusieron a Gustavo Madero, protegidos muchos por la fuerza política, moral y partidista de Margarita Zavala. Tal fracaso motivó que desde Los Pinos aceleraran la orden de posicionamiento en delegaciones federales y cargos partidistas. En Tabasco la misión de anexar el Comité Directivo Estatal al proyecto presidencial del dedazo del calderonato -copia panista del salinato- recae en Jorge Ávalos Ramón, operado por Juan Cáceres. El objetivo es hacer del CDE de Tabasco un “Caballo de Troya” en las reuniones de Gustavo Madero en México y hacer de Tabasco un centro de operación corderista.

A la vieja usanza de los regímenes autoritarios el solterón Ernesto Cordero aceptó ser impuesto por Felipe Calderón, a los dos les salió el gran priista que llevan dentro, sin marginar a Roberto Gil, quien convive estrechamente con Salinas de Gortari. Lamentable el espectáculo que están dando los panistas de hueso colorado, muy panistas por fuera pero bastante priistas en sus actuaciones. Los delegados federales de Tabasco sólo tiene una opción alinearse a la poderosa mano presidencial de lo contrario correr el riesgo de ser removidos por el consejo arbitrario de Cáceres y la mano enfurecida y desesperada de Calderón para imponer a su candidato Cordero.

Las convicciones panistas condicionadas a obedecer totalmente al dedo presidencial y la obtención de un trabajo. Las reacciones panistas son diversas: unos dispuestos a una entregada guerra electoral interna, otros abdicantes, hay quienes de plano están al margen, lo cierto es que el PAN inicia una de las crisis más profundas de su historia contemporánea y en Tabasco los que ejercerá el terror político al margen de la doctrina y filosofía del PAN son Juan, Jorge y los delegados.

Los consejeros estatales del PAN pueden cambiar esta historia, siempre que la dignidad impida que les lleguen al precio o les ofrezcan y acepten un trabajo. Difícil la tienen los consejeros, entre la lealtad a sus ideologías y la obediencia al calderonato representado por Juan Cáceres y Jorge Ávalos, que desde la Secretaría Particular del poderoso Presidente de la República hacen suyo a Carlos Salinas de Gortari, quien sin mover un solo dedo, desde las sombras exhibe su hipocresía e iniquidad...

EL SEPTIMO SELLO
No es la primera vez que Cáceres, Avalos y la manadita de delegados federales afines actúan contraviniendo las doctrinas panistas. Al valeroso grito de la panza es primero, Juan Francisco desde finales del 2003 tiene a su esposa en la CONDUCEF y a su suegra en LICONSA, la cual salió por jubilación…

LA SEPTIMA TROMPETA
Aunque Ernesto Cordero es mostrado a propios y extraños como el “pollito” de Calderón Hinojosa –está muy enclenque para llegar a gallito- lo cierto es que debajo de la manga al final sacará su carta y todos los cobardes panistas que se arrodillaron ante Cordero, lamerán su vergüenza y raudos se arrodillarán ante el nuevo candidato del calderonato…

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