“Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin”…
Mateo 24:8
Alfredo A. Calderón Cámara
Cuando la imaginación publica se desborda, los asesinos adquieren proporciones increíbles, llegando a aparecer omnipotentes, omnipresentes y omniscientes: todo lo pueden, están presentes en todos lados y todo lo saben; por eso, el terror es el medio más eficaz para paralizar la fuerza de resistencia de la gente e impide la capacidad de generar una respuesta estratégica. Un esbozo de estos fue lo que sucedió en días pasados; primero, en Cárdenas y después fue trasladado el fin de semana a la capital, la generación de rumores vía las redes sociales generó una reacción en cadena tan natural como que los tabasqueños son expertos en llevar dichos rumor a los extremos. Sin embargo, al revisar las columnas políticas fue notable la mano perversa que ante la falta de información veraz, fue presa fácil de su misma desinformación al tratar de sacar raja política, de llevar agua para su molino y lanzar señalamientos que lejos de lograr su desmedido propósito, fue un dardo que se convirtió en un boomerang que seguro pegará con la misma fuerza desmedida con que fue lanzado, no en quien ladró de manera desmedida, sino en quien tiene en su mano la correa de semejante perrillo.
Ante las consecuencias de los rumores en Cárdenas –obligó a un operativo de emergencia- y la dimensión de rumores que trataban de ubicar a Villahermosa en rehén de la delincuencia organizada; todo, en una bola de nieve que venía cuesta abajo vía las redes sociales, toda una avalancha de desinformación que pegaba en forma directa en la fortaleza y credibilidad de las instituciones, por ello, algunos funcionarios salieron a dar la pelea en las redes sociales, además del diputado federal Nicolás Bellizia, quien al estar en recuperación por un accidente donde se fracturó una de sus extremidades inferiores invierte parte de su tiempo para meditar y atender sus amigos en internet; al darse cuenta de la dimensión que estaba adquiriendo dicho problema, Bellizia Aboaf conociendo lo que significa caer en un estado de anarquía, desde ahí optó junto con Arturo Abreu Ayala de desmentir e informar de la verdadera realidad que imperaba en Villahermosa, muy ajena a la que se estaba proliferando en las redes sociales, acción que no tardo en ser reconocida como un excelente acierto por el Ejecutivo Estatal, quien vio en su funcionario la capacidad de respuesta de tapar el pozo antes de que el niño se ahogará.
Por ello, el primer sorprendido fue el primer mandatario cuando observó que en respuesta, el único que se había puesto las pilas recibía una ráfaga de letras lanzadas rabiosamente, quién había sacado las castañas del fuego y había defendido la estabilidad social, le daban con todo; lo peor, por la estructuración de ideas los analistas cercanos al Ejecutivo Estatal daban cuenta que dicha entrega tenía todas las características de haber sido elaborada sólo con el afán de golpear y entregada sólo para la firma, una especie de fuego amigo al funcionario leal al Gobernador que al final de las ideas permitió que sus detractores al estar desinformados abanicaran de fea manera y dispararan sus armas contra un falso señuelo…
EL SEPTIMO SELLO
En esta guerra de nervios, las “víctimas” no sucumbieron al temor, ni siquiera a la ira, la racionalidad de Abreu Ayala fue su primera línea de defensa…
LA SEPTIMA TROMPETA
Algo se cocina en el PAN ¿Hasta dónde Calderón Hinojosa podrá llevar la guerra panista en Tabasco? Evidente es que poco conoce y menos le importa, prender incendios es fácil, mañana les cuento…
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