“Esconderé de ellos mi rostro, Veré cuál será su fin;
Porque son una generación perversa, Hijos infieles.”
Porque son una generación perversa, Hijos infieles.”
Deuteronomio 32:20
Alfredo A. Calderón Cámara
Indignados por el abuso del poder, sabiendo que no hay quien luche por ellos y viendo en los medios de comunicación la puerta de escape a sus frustraciones, ante la impenetrable pared de los que no tienen derechos, no pocos feligreses de la Piedra Angular seguidores de la disque “trompeta de dios”, el iluminado Williams Soto Santiago, bajo la administración de Andrés Cruz Gallegos, quien en las aspiraciones de su hijo Benjamín Cruz Alfaro tiene el candidato –según ellos- que representará a todo el pueblo evangélico en el H. Congreso del Estado; pero, a quienes en realidad, les está saliendo el chirrión por el palito al brotar a la luz algo de las malas acciones que se realizan en el nombre del “Señor”. Siendo amos de vidas y haciendas, cual señores feudales y dueños de los destinos de miles de feligreses viven y se dan vida de reyes en propiedades y mansiones que jamás ningún líder religioso soñó siquiera llegar a tener. Para ellos, la Nueva Jerusalén prometida en la Biblia tarda demasiado y ya la han logrado aquí en la tierra. Siendo Benjamín Cruz la opción viable del poder político para sostener desde el H. Congreso a su padre en el cargo de presidente del Consejo de Asociaciones Religiosas del estado de Tabasco; contando además con la defensa parcial de uno de sus protectores, que meten al fuego las manos sin saber a fondo la espantosa realidad que guarda la doble vida de estos líderes que más bien parecieran buhoneros de la fe.
Evidenciados en las páginas de los periódicos y coberturas de diversos noticieros; de repente, los negocios de Benjamín Cruz Alfaro y su padre Andrés Cruz gallegos han rebasado los límites de la confidencialidad y se han aposentado en una lluvia tardía que ilustra los desmanes cometidos al amparo del poder que dice tener el hereje portorriqueño de Williams Soto Santiago. La investigación realizada dicta que están muy lejos los medios de conocer en realidad la vida de lujos y abusos cometidos en contra de quienes se sumergen en dicha secta. Confundidos por haber sido los “benefactores” de cientos de tabasqueños en tiempos de inundación, Benjamín Cruz y su padre, decidieron que todo el poder económico que tenían no era suficiente y bajo los consejos políticos de quién los acabó de enloquecer tomaron posición en la vida de Benjamín como el enviado del “Señor” para que tomará un escaño en el Congreso de Tabasco; sin embargo, algo pasó que los estaban los estaban esperando y previo análisis de quienes podrían llevar la verdad hasta sus últimas consecuencias, se optó por dejar el grueso legajo que ampara la documentación, fotos y videos en manos amigas a las cuales el columnista tuvo acceso y en pleno siglo XXI el asombró fue brutal ¡El trafico de la fe es uno de los mejores negocios de la era moderna! El hombre con todo lo avanzado de la ciencia, tiene que recurrir a Dios buscando paz para su interior; lo malo, es que cuando caen en manos de charlatanes de la fe para poder llevar sus traumas, es cuando lejos de salir se hunden. Tabasco debe saber la verdad sobre quien es en realidad Benjamín Cruz Alfaro y su padre Andrés Cruz Gallegos, pero con documentos contundentes, con pruebas irrefutables que acrediten el poderío económico de la inmensa fortuna que han levantado al amparo de la desesperación de unos y la idolatría de otros, mal de unos y consuelo de otros que se encuentran en manos de verdaderos mercaderes de la fe…
EL SEPTIMO SELLO
“El que no tiene dinga, tiene mandinga”, dijera Carlos Ramírez. Entre tanto el alma en pena del hijo de Miguel “manteca” sigue penando y su sangre clama justicia desde el interior de la Piedra…
LA SEPTIMA TROMPETA
Armando Beltrán Tenorio no tiene con qué ganar Cárdenas, un municipio que amaga con regresar a vestirse de amarillo y negro como color favorito. Todo es cuestión de tiempo. También puede revisar esta columna en el blog http://alfredocalderon.blogspot.com/. Delaciones, chivatazos y confidencias al teléfono 99 33 18 21 65…
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