Se le denomina a la última gran guerra. Esto será en el gran valle de Megido que está en medio de Palestina desde el Mar Mediterráneo hasta el río Jordán. Tiene 300 kilómetros de largo y 15 de ancho.
La gran batalla de Armagedón es la batalla final de la historia humana. Todos los ejércitos del mundo protegerán sus propios intereses, llegaran a Megido, se unirán formando un solo ejército que estará listos para exterminar a los judíos y obtener todo el petróleo de Medio Oriente. Aquí es cuando Jesucristo interviene y detiene la locura y la maldad de la humanidad.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Dando honor a la palabra…


Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da
Éxodo 20:12



Alfredo A. Calderón Cámara
Jesús  Antonio, Sergio Raúl, Leticia del Carmen y Emmanuel Sibilla  Oropeza reconocen a diario que la justa comprensión en el pasado enseña militar en el presente y prever el futuro, la historia de Telerreportaje se compone como todas las grandes historias que a diario se hilan, de victorias, embestidas y provocaciones, mismas que lejos de derrotarlos fueron alimentando una tradición de incesantes rebeldías contra dogmatismos opresores, sabiendo que al menos en Tabasco nada es estable, ni inmóvil, ni eterno, que el calor y las pasiones de la política ha logrado separar amigos e incluso familias enteras, porque en los terrenos humanos todo punto del pasado fue palestra donde don Jesús Antonio Sibilla Zurita, aún antes de nacer Telerreportaje ya se dejaba notar en disecciones  anhelantes de construir un espacio donde los de abajo tuvieran voz, inspirándose en ideales y pasiones que formaron la trama de la historia viva que hoy lo erigen a niveles que pocos hombres alcanzaron en Tabasco.

Disertar sobre Telerreportaje a través del tiempo que día a día abuelos, hijos y nietos han salido de casa con el “tente-píe” noticioso de los Sibilla Zurita y Oropeza,  es mirar a través de los engranes del tiempo el monumento erigido sobre el barro del trabajo que se tiene que honrar desde las 4 de la madrugada, donde antes de salir al aire se tiene que tener la valentía –no pocas veces, cueste lo que cueste- de separar el trigo de la cizaña, pues no se puede honrar bajo la misma cúpula al libertador y al tirano, al personaje y al bandido, al corruptor y al apóstol, sumando en una apologética todo lo que ha sido, a como no se pueden nivelar a un mismo plano: cumbres y abismos. 53 años se dice fácil, pero lograr ser el puente para que diga su verdad de viva voz, no sólo figuras públicas sino también la gente común que requiere ser escuchada por sus autoridades, ah sido un trabajo que todo Tabasco agradece.

Sin embargo, aquél 2 de julio de 1989 víctima de un cáncer Jesús A. Sibilla Zurita fue reclamado para presentarse ante el Creador y sus hijos tuvieron que demostrar que cada generación debe pensar y repensar la construcción de su propia historia, entendieron a tiempo que convenía venerar lo mejor del pasado, lo digno de ejemplificar del presente; pero que más convenía sepultar las tradiciones regresivas que si en su tiempo habían sido dañinas, ahora serían peores si se apartaban de su misión renovadora, porque las tales iban a tratar de amordazar una voz que pujante se renovaba, porque supieron darse cuenta a tiempo que en la historia de Telerreportaje toda parálisis sería signo de muerte, porque de las cenizas nada renace, ni costumbres ni instituciones, menos un espacio de la gente que se había ganado a fuerza de no rendir culto a quienes para dialogar, siempre apoyaban la bota en el cuello de los de abajo.

Chuy Sibilla y sus hermanos saben que la vida de Telerreportaje sólo será justa si al mismo tiempo que le dan voz a la gente frente a los flagelos sociales, reprueban a cuántos obstruyeron la obra de Telerreportaje en el pasado, pues lo que ayer fueron sus enemigos lo son también hoy y mañana lo serán por fuerza; ayer llegó el 53 aniversario de Telerreportaje, es cierto, pero todo el tiempo el futuro será mejor. Pensar en lo que vendrá, es picar espuelas hacía ello y poner todo el empeño en lograrlo, porque el progreso no resulta del querer de las masas, casi siempre conformistas, sino del esfuerzo de unos cuantos que saben cómo orientar cada variación hacía la meta; aunque cada variación implique un desequilibrio de intereses que se nieguen a ser tocados. Telerreportaje tiene pasado, tiene presente y tiene futuro, el compromiso de Chuy, Lety, Sergio y Emmanuel es seguir honrando la memoria de don Jesús, teniendo presente que siempre tendrán que ir por la vida: dando honor a la palabra…

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