Se le denomina a la última gran guerra. Esto será en el gran valle de Megido que está en medio de Palestina desde el Mar Mediterráneo hasta el río Jordán. Tiene 300 kilómetros de largo y 15 de ancho.
La gran batalla de Armagedón es la batalla final de la historia humana. Todos los ejércitos del mundo protegerán sus propios intereses, llegaran a Megido, se unirán formando un solo ejército que estará listos para exterminar a los judíos y obtener todo el petróleo de Medio Oriente. Aquí es cuando Jesucristo interviene y detiene la locura y la maldad de la humanidad.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Chacotas y bufonadas…


“La soberbia de tu corazón te ha engañado”…
Abdías 1:3



Alfredo A. Calderón Cámara
La designación del candidato del PRI es una batalla y contienda difícil de equilibrar, la inexperiencia del tecnócrata Miguel Romero le ha llevado a situaciones desagradables, diálogos destructivos y compromisos riesgosos porque en la forma en que se encare el último tramo dichas dificultades determinaran el destino del PRI, los principales obstáculos no es el PRD, ni el PAN, es la ineficacia con que se mueve el PRI ante las demandas de unos aspirantes que no representan nada ni nadie, pero que en el extravío y confusión de Romero Pérez, se ha llevado entre las patas la dirección del timón porque hasta el momento no o sabe o no ha tenido la capacidad de distinguir entre verdaderos aspirantes y las princesas de carnaval que siempre van a la fiesta, pero que nunca serán reinas, sino simples y llanas damas de compañía que en la comparsa hacen las delicias y arrebatan los aplausos con sus pasos y poses, declaraciones y abusos de la lengua; de allí, que esa indefinición fomentada por Miguel Romero, no puede culpar a nadie, sólo debe culparse a sí mismo.

Romero Pérez en la seriedad del análisis debe meditar antes de abrir la puerta debe pensar siempre que con cada aspirante que reciba está a punto de iniciar una batalla al tomar la decisión final. Antes de responder al llamado del mongol de Macuspana, el líder del PRI tenía forzosamente que meditar sobre sus estándares, capital político,  equilibrio mental y su forma de ver el mundo, pues resulta que ahora Miguel Romero se sienta a debatir sobre las aspiraciones a la gubernatura hasta con el que se robaba las propinas de las meseras en el Vip´s antes de hincarle el diente al presupuesto de su pueblo; es cierto, este mongolito no camina por la calle con una camisa de fuerza, pero a lo largo de los años se esmero en que fuera del dominio público su pobre condición de loquito de pueblo, abrirle la puerta con miras al debate por sus “disque aspiraciones” por la gubernatura, ha sido un error del tamaño de la miopía política que enfrenta Romero Pérez, porque detrás del mongol está “parada de cabeza” Brígida esperando que la reciba su dirigente estatal, porque también siente que puede.

Es cierto, los vacíos de poder tienden a llenarse, pero flaco favor le hacen al Ejecutivo Estatal al recibir a “Cuco y su cuquito” ¿Tan mal observa Miguel Romero el ejercicio de gobierno de Granier Melo como para pensar que el bufón de Macuspana tiene los tamaños para sentarse en esa silla y recibirlo de esa escandalosa manera? Quizás lo primero que Miguel Romero debe entender es que Tabasco merece respeto, que exhibir su pobreza política de recibir este tipo de sujetos, puede provocar en ese desequilibrado cerebro un cambio de perspectiva y transformar un mercenario pasivo y confundido en un combatiente motivado en su extravío. Mientras más claro tenga Romero Pérez de quienes por la calidad del sujeto no pueden ser candidatos, más clara será su noción de la identidad y propósito del PRI camino a la elección del 2012 y, dejará de cometer errores tan garrafales; porque hasta ahora, sólo ha provocado, chacotas y bufonadas…

EL SEPTIMO SELLO
¿Imagina Usted un debate entre Arturo Núñez o Rosalinda Hernández con Cuco Rovirosa en plena campaña? No se ría de esa manera…

LA SEPTIMA TROMPETA
Sólo la visión política de Miguel Romero Pérez ha de pensar que en ese debate arrasaría el PRI. Tabasco es algo más que las mojigangas que día a día se están cometiendo, cuando quieran enmendar el camino, quizás ya no haya tiempo…

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