“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”…
Eclesiastés 3:1
Teniendo acumulados 48 meses de ejercicio de gobierno, en este 2011 a Andrés Granier Melo y nadie más, le toca mirar de frente las condiciones que resultan del análisis serio de sus logros alcanzados, metas trazadas no logradas, retrasos circunstanciales y fallos innegables al momento en que sabe que no le queda de otra: el 2012 está tan lejos y tan cerca, y frente a las aspiraciones legitimas y la irremediable sombra de la sucesión; el 2011 tiene que ser de manera obligatoria un año de trabajo incansable; el año de lograr a costa de trabajo redoblado las bases que sustentaran los tiempos y circunstancias de un Tabasco que demanda una visión política de altura que entregue los resultados trazados desde el inicio de gobierno. La razón es simple, lo que no ha funcionado es un lastre que sólo atrasa.
Aunado a ello, ofensivas beligerantes de baja intensidad muestran en los caminos y veredas de este Edén que la sombra de la sucesión del 2012 camina ya con todo, partiendo de todos los aspirantes: amigos, funcionarios y políticos no alineados han definido sus cruzadas con estratagemas, refriegas y escaramuzas soterradas que se dan en los caminos al buscar alianzas para tal o cual, al tiempo que el llamado del Gobernador es el mismo, quien quiera hacer política debe de dejar el cargo pues no son tiempos para desviar la mirada del surco y la trinchera desde donde se está sirviendo a Tabasco.
No obstante, cumplirle a Tabasco pareciera que sólo es asunto de quien lleva la responsabilidad de la política interna o en el sector salud, desde donde se demuestra compromiso, lealtad y dedicación a cruzar la meta de Andrés Granier antes que lograr metas propias, aunque ello favorezca a políticos no alineados que desbocados no conocen el freno, menos aún simpatizan con el objetivo y finalidad de Granier Melo de dejar huella indeleble de su paso en el destino de Tabasco.
A partir de este 2011, los días, semanas y meses serán hilados más alígeros, vertiginosos y apresurados para el ejercicio de gobierno; hay rubros pendientes de Granier Melo que no deben ser soslayados, sus aspiraciones de no ser un gobernador igual a quienes le antecedieron está ahí, incompleta la meta, el postergado rescate de la palabra empeñada es tarea primordial, la oportunidad del aprendizaje ha concluido y Andrés Granier tiene frente a sí, el compromiso que obliga de tirar con fuerza la lía, el análisis a conciencia es imperativo, lo que no funcionó debe dejar de ser, no debe seguir teniendo un lugar en su gobierno porque sigue deteniendo la gran meta, los tiempos están encima y no hay de otra: hay que sacar la cubeta del pozo para que las buenas cuentas sean la constante en lo que resta de su gobierno; los cambios en el gabinete, de seguro están listos, están ahí, en la mano de Granier Melo y no es de dudar que moverá sus mejores piezas a lugares estratégicos para cumplirle a Tabasco, pues conoce sus tiempos y circunstancias…
EL SEPTIMO SELLO
Quienes demostraron que son incapaces e insulsos, cautivos de sus ambiciones y traiciones, carnes de sus deslealtades y avaricias, del cinismo y su nefasta corrupción; esos, esos son los verdaderos enemigos de Andrés Granier, esos a los que entregó su confianza, pero que sus mediocridades demostraron no llegar ni siquiera a dar tonos grises…
LA SEPTIMA TROMPETA
Esos que viven para limpiar al hueso, seres acomodaticios esforzados en acumular fortunas y cuentas bancarias de muchos ceros mientras sus dependencias se hunden a niveles de vergüenza…
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