“Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo”…
Jeremías 17:5
Alfredo A. Calderón Cámara
Este año 2011, equivocadamente ha sido ubicado por todos y cada uno de los aspirantes a gobernar Tabasco como el año en el cual la estructura electoral sobre la cual sus aspiraciones estarán cimentadas y vale la pena el adjetivo porque al momento de tomar la decisión, la única estructura que valdrá, será la del gran elector al momento de decidir quién será el que va a gobernar Tabasco. La desmemoria hace errar a quienes van dando bandazos, la diversidad de botones de muestra despedaza cualquier duda. Va.
En enero del año 2000 en la finca Santa Lucía de David Gustavo Gutiérrez, el candidato natural para todos era Arturo Núñez Jiménez, había llegado con todos los blasones y Roberto Madrazo le había dejado caminar, más de 10 mil personas de todos los niveles políticos llenaron la propiedad del millonario hotelero, dos kilómetros de la entrada a la casa estaban abarrotados por autos y camiones de todo el estado impidiendo el acceso, Núñez Jiménez tuvo que llegar en helicóptero y el caos se desató, todos querían estar cerca del candidato, era casi un ídolo, así lo trataba el pueblo, los políticos y la prensa; a ojos de Tabasco no habría poder humano que le quitará la gubernatura.
Graso error, poco después en la Quinta Grijalva, Madrazo Pintado derivado de los desencuentros entre las señoras Isabel y Martha Lilia, ante el llanto de su esposa Roberto Madrazo daba un golpe sobre su escritorio y juraba que Arturo Núñez no sería gobernador de Tabasco y como Madrazo decía que el hacía ganar hasta una vaca, para que el dolor fuera más severo para Núñez Jiménez usaba el dicho “para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo”, le ofrecía la gubernatura a Manuel Andrade, quien era el principal operador político de Núñez Jiménez en Tabasco. Andrade Díaz lejos de sentimientos leales, cedía al ofrecimiento, cínicamente clavaba el puñal en la espalda de Arturo Núñez hasta la empuñadura y ungido por quien decidía en Tabasco, tomaba las riendas de su campaña.
Frente a la elección interna del PRI, quince días bastaron para que la poderosa estructura electoral que respaldaba las aspiraciones de Arturo Núñez se viera resquebrajada hasta sus cimientos, la mayoría de cientos y cientos de políticos, líderes naturales y religiosos que esperaban horas de antesala para poder hablar con el ex diputado federal en la Privada del Macayo y hacer alianzas como parte de su estructura; cómo por arte de magia, ante los llamados madracistas desertaban y la noche del domingo 2 de abril del 2000, Arturo Núñez Jiménez sentía en carne propia la feroz mordida de la maquinaria priísta que masca, machaca y tritura.
El otro aspirante del PRI, Agapito Domínguez ajeno a sentimientos dignos, doblaba rodillas, optaba por el camino fácil al tiempo que quemaba el discurso ya elaborado donde como hombre digno levantaba la voz, demandaba democracia para Tabasco y descalificaba la elección interna ante el abuso de la maquinaria del PRI, indecoroso Domínguez Lacroix cambiaba el discurso y gruñía su plausible silencio ante el calcañar madracista; mientras Arturo Núñez Jiménez y los pocos leales que le quedaban, dolorosamente aprendían que en política, todo es honestidad a conveniencia…
EL SEPTIMO SELLO
La historia de Tabasco es fértil en lecciones de democracia, es en ese espejo donde todos y cada uno de los aspirantes a ser el sucesor de Andrés Granier deben detenerse a mirarse…
LA SEPTIMA TROMPETA
En 2006, aunque la historia tuvo otra faceta, de idéntica manera la poderosa estructura electoral de Florizel Medina en apenas 15 días fue grotescamente pulverizada…
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