Farsantes…

 “Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden”…

 Isaías 9:16

Alfredo A. Calderón Cámara

alfredocalderon@hotmail.com

A todas las mentiras acumuladas por Jesús Alí, César Rojas y sus subalternos, habrá que agregar que es evidente que las actitudes de fulero y falsario de César Rojas Rabelo han quedado anotadas, porque sin querer de las mismas oficinas del Secretario del Ayuntamiento ese 9 de abril del 2010, momentos después de haber mentido descaradamente a los colonos del fraccionamiento Lagunas, una persona salió y entregó un sobre donde estaban una serie de documentos a los que los colonos tuvieron acceso y que son analizados para que no tenga la menor duda Rojas Rabelo que sus patrañas apenas duraron unos cuantos minutos para derrumbarse ante la veracidad de la documentación que no dejo dudas: Rojas Rabelo sabía perfectamente la situación jurídica del terreno y mintió con todos sus dientes.

Otra de las mentiras de este funcionario mitómano se da en la entrevista “a modo” que le hacen sus paleros cuando declara sobre el despido de empleados del gobierno del estado “Buscamos, eso sí por instrucción del presidente municipal, no subir ninguna sola plaza, no hubo renovación de funcionarios públicos municipales, no se autorizó la creación de ninguna plaza, se utilizaron los mismos recursos humanos con que contaba la administración y se ocuparon los mismos lugares”.

Lo anterior sólo demuestra la forma degradada en que están gobernando un conjunto de “niños bien” sin compromiso ni emoción social, basta llegar a las oficinas de la Secretaría del Ayuntamiento y Presidencia para ver como decenas de estos engendros bien nacidos recién llegados a la nómina dónde dice Rojas Rabelo que no hay ninguna renovación, junior´s que no se baten las manos y que dedican todo el tiempo a estar chateando y jugando en sus lap tops ¿Para eso quería el mitómano de César Rojas una posición política a lado de Jesús Alí? ¿Para mentir descaradamente?

Jesús Alí no necesita que su gente le adelante sus tiempos de confrontación, sabe que en los medios tiene amigos de muchos años que lo estiman, pero su gente no lo entiende y hace de las suyas. Nadie tiene la menor duda que Jesús Alí está cabalgando ya en cuenta regresiva y cada día tendrá cuestionamientos más duros. Habrá que revisar que todo error merece una respetuosa consideración. Es, en cambio, despreciable la hipocresía de un Rojas Rabelo que oculta algo tan simple por venales motivos y es criminal esta mentira por la manera deplorable y por la forma en que César Rojas enseñó el cobre: no tenía ninguna necesidad de sacar el estilete de la falsedad y la simulación y acuchillar a quienes llegan ante él de buena fe a demandar justicia ante la embestida de la gente del nuevo Obispo Gerardo de Jesús Rojas López.

Equivocarse es humano. Se puede perdonar al que se equivoca y tiene el valor de confesarlo cuando se le demuestra su error. En cambio, quien carece de lealtad para reconocer sus errores es tanto más despreciable cuanto mayor es su empecinamiento. El que miente con tanta naturalidad como Rojas Rabelo es un falsario, capaz de torcer la verdad una y otra vez, de embrollarla, de corromperla y de perseguirla. Se niegan a reconocer ante el espejo que los seres que viven inmoralmente aborrecen la verdad y caen siempre en la cobardía de mentir, una y otra vez. César Rojas y Jesús Alí deben aprender que no hay religión más elevada que la verdad y el que en nombre de errores convencionales se niega a la investigación de la verdad y corrección de los errores del pasado, conspira contra la dignificación de su propia tierra, comportándose como unos farsantes...