Iusacell, es un fraude…

“En extremo nos hemos corrompido y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos”…

Nehemías 1:7

Alfredo A. Calderón Cámara

alfredocalderon@hotmail.com

México, país de grotescas contradicciones, dentro de toda la parafernalia de empresas telefónicas se encuentra bien posicionada Iusacell, la empresa de Ricardo Salinas Pliego, cuarta generación de empresarios dedicados a vivir de la explotación de sus empresas a los mexicanos. Cuando un cliente llega a Iusacell por primera vez, la atención es total, todas las facilidades y todo es dulce para que “muerda la carnada”, pero cuando ya se encuentra cautivo del consorcio, las condiciones de atención cambian: “si te gusta el jarabe, te lo tomas y si no te gusta, también”. El servicio de atención se vuelve pésimo, una inmovible mueca que pretende ser sonrisa en complicidad con una cerrazón es lo que encuentra el cliente, las explicaciones son vanas, firmó el cliente un contrato, está empinado y hasta el tronco con Iusacell, le guste o no se tiene que tragar los 18 o 24 meses con una empresa que se quita la careta y muestra la vileza del monopolio unilateral.

Botón de muestra lo sucedido en la tienda CAER8 ATENAS donde en tres ocasiones distintas un cliente llevo una famosa Blackberry 8130; sí, de esas que pone Iusacell en promoción a bajo costo para clavar al cliente, pero que resulta ser un equipo de pésima calidad; quien atendió, un irracional y sandio sujeto que llevaba su logotipo de Iusacell denominado: consultor en comunicaciones, incivil que ante la cerrazón de criterio y los reclamos del cliente de ser atendido por alguien de mayor jerarquía; fue, se encerró con la gerente de la misma calaña, quien sin la menor diplomacia en la atención y lejos de optar por tratar los reclamos en su oficina, según su naturaleza como si estuviera a mitad del mercado, en público atendió el reclamo del cliente.

Ante la demanda de una atención acorde a lo que mensualmente cobran por el servicio del cliente, se salió por la tangente que según –su experiencia- el fabricante dictaminaría que el equipo reclamado estaba en malas condiciones por mal uso físico, pero que de todas formas “bondadosamente” lo iban a enviar a revisión para su dictamen, valiéndole los antecedentes que marcan que en dos ocasiones anteriores por causas similares dicho equipo ha estado hasta un mes dentro del centro de reparación de Iusacell, sin que los técnicos especializados hayan logrado reparar fallas tan simples para la “experimentada” Rosario Olán, Gerente de la Tienda, quien optó por la mejor solución para su pobre criterio y según el folio 194520 entregó al cliente un equipo en “préstamo” y obligándolo a firmar una carta responsiva en la cual hasta porque le vaya dar un aire al equipo prestado será bajo responsabilidad del cliente y tendrá que pagarlo al precio del mercado.

Mucha diferencia, demasiada en la atención que el cliente recibe cuando no ha entrado y cuando ya lo tienen amarrado al palo en la empresa de Ricardo Salinas Pliego, no en vano cada día son más los clientes arrepentidos de haber firmado contratos leoninos con esta empresa, ya que la realidad les impone la misma sensación: Iusacell, es un fraude…

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