“¿Has visto hombre
solícito en su trabajo? No estará delante de los de baja condición”
Proverbios 23:29
Alfredo A. Calderón
Cámara
Sanborns Olmeca es un desayunadero político natural. Le
guste o no cuando un político quiere o pretende dar a conocer alguna noticia:
de inmediato va a desayunar a Sanborns Olmeca. De allí la importancia que este
lugar sea el edén del servicio a los comensales. Pero no. Hace ya tiempo que se
perdieron todos los parámetros de servicio. Los gerentes llegan, ven como se
encuentra la carne del personal a su cargo y le hincan el diente. Es una mala
costumbre. Se pierden en las pasiones genitales y el servicio al cliente que se
vaya al diablo. Karina es un ejemplo de ello. Desató las pasiones de Luis, se
arrinconaban ante los ojos de todos y lo demás valió madres. Antes la mesa de
los diarios de la entidad estaba a la entrada y quien llegaba agarraba su
periódico, desayunada, tomaba su café y se enteraba de la situación política de
Tabasco. Eso se acabó. Ahora las “vendedoras” desde temprano, agarran y fuera
de todo respeto por el cliente, decomisan los periódicos para entregarlo a sus
“clientes consentidos”. Como el gerente siempre anda enamorado, pues ni se
entera de todo lo que sucede.
Quejas hay de sobra, pero hay de aquél cliente habitual
que ose escribir en el libro de los reclamos. Le escupen el café desde antes de
servirlo y cosas peores. Además a perpetuidad tendrá que enfrentar la furia de
la “vendedora” lesionada en sus intereses y sus desplantes. Algo que ni los
clientes soportan en sus casas. Sanborns Olmeca es desde hace mucho: tierra de
conquista. Una, porque quien llegue de gerente sabe que dará rienda suelta a la
“bestia” con la mejor carne que encuentre y que se deje. Sólo se salvan quienes
ya han visto pasar sus mejores días. Dos, los alimentos cada día están peor, la
higiene cada día está en lamentables condiciones; eso sí, los precios siguen
subiendo como la espuma y sólo tiene acceso a buenos alimentos, aquél que se
encuentra en el gusto de las vendedoras. En Sanborns Olmeca cobran como
restaurante de primer nivel y sirven alimentos de la más infame calidad. Tres,
el servicio es pésimo: dicen que el amor es ciego y debe ser cierto, porque el
gerente nunca se da cuenta que apenas tres “vendedoras” tiene en el turno de la
mañana y cuando se atiborra el restaurante, tiene el cliente café cada 40
minutos. Cuatro, urge una auditoria a todos los servicios porque aunque se
quiera o pretenda negar: Sanborns Olmeca cada día está peor…
EL SEPTIMO SELLO
Y es que el gerente
parece ser su peor enemigo. Pierde tiempo precioso soñando con Karina y el
futuro en lugar de ocuparse de lo que debe hacer. Cómo nada le parece urgente,
sólo se involucra a medias con lo que hace. Por eso las cosas están como están.
La única manera de cambiar es mediante la acción y la presión externa. Tiene
demasiado en juego que perder y no lo entiende. Cierto es: Karina aseguran es
un bombón, pero no se ha dado cuenta que el restaurante se hunde y la bella
Karina le está resultando al gerente un bombón asesino...
LA SEPTIMA TROMPETA
La
segunda parte está mejor. Habrá que esperar si con la primera se entiende que
ya basta de tan mal servicio. También puede revisar esta columna en el blog http://alfredocalderon.blogspot.com/.
Denuncias,
soplos y chivatazos al teléfono 99 33 18 21 65…
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