“Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan.
Veneno de áspides hay debajo de sus labios”…
Veneno de áspides hay debajo de sus labios”…
Romanos 3:13
Alfredo A. Calderón Cámara
El común denominador con que Jesús Alí chantajea al PRI, presiona, mete ruido al proceso y mantiene sometidos en brutal contaminación a los priistas: son las redes sociales. Obliga al PRI a transitar en vías paralelas y generan una idea del barranco en el cual Tabasco podría caer si llegará Alí a salirse con la suya. En todos los comederos políticos hay priistas mareados, spoteados, avasallados, disgustados y con buenos motivos para sentirse así. Porque la numeralia de las falsas encuestas revela un aspirante fuera de todo equilibrio político que en público desgarra sus vestiduras, promueve el respeto y la equidad, pero en los hechos no se puede quitar de la frente ser quien ha producido el grotesco abuso de las encuestas infladas a su favor y los insultos en las redes sociales. Miles de ataques y datos falsos amañados. Millones de pesos desembolsados por un presupuesto manejado por Alí sin prudencia para apretar el proceso a su favor. Evaristo señaló dos millones por encuesta. El viejo y obsoleto método priista en todo su esplendor, el que todos conocen y nadie aprueba por estar desacreditado. Jesús Alí engallado hace circular en las redes sociales un ilusorio triunfo, del Mesías esperado. Sin respetar tiempos, normas, ni autoridad electoral.
De las encuestas aunque asegura no saber quién pagó. Es una crónica de caos, su auto biografía falta de equilibrio, una historia de desorden, una larga lista de excesos e irregularidades pagadas con el dinero de los contribuyentes. Hoy en Tabasco, voraz e insaciable, Jesús Alí deja constancia que democracia no significa igualdad de oportunidades para contender, sino igualdad de oportunidades para abusar. Nunca la equidad electoral ha respetado las formas, enfrentaba dos problemas: la cargada y el acceso al financiamiento de recursos públicos silencioso; ahora, la cargada como “hormiga tonta” deambula en la confusión y la mezcolanza, mientras el financiamiento enfrenta al problema de sus excesos. Antes se pensaba que el financiamiento público prevendría el ingreso indebido del financiamiento privado al proceso electoral, pero los tiempos y los derroches han demostrado que no es así. Antes el PRI canalizaba línea y recursos para asegurar una maquinaria aceitada, competitiva; las ambiciones de Jesús Alí y Adrián Hernández Balboa rompieron la equidad y los puntos de equilibrio que pertenecían al tricolor, usaron y abusaron de recursos públicos para crear estructuras alternas al partido, generando todo un galimatías, arrinconando al PRI al desarreglo y el caos, y eso se llama: traición.
Cerrar los ojos a la realidad es negarse a mirar un PRI dependiente, pero no de su militancia o electores sino de medios electrónicos y redes sociales. A espaldas de la transparencia, la opacidad permitió la transferencia masiva de riqueza del bolsillo de los ciudadanos a las arcas destinadas a la campaña. Y una vez más, el PRI no da una, permite "encuestas a modo" no creíbles cuyo financiamiento falta escudriñar; ataques rapaces incluso contra un prudente Granier Melo. Huellas hay por doquier del veneno que corre a lo largo del andamiaje priista y lentamente merma la confiabilidad con que asistirán al proceso más difícil de toda su historia. Elecciones en las cuales nadie duda que Jesús Alí de no ser el candidato puede lograr su negativo propósito: evitar que haya tiempo para la operación cicatriz y que arriben totalmente emponzoñados unos contra otros, envenenados…
EL SEPTIMO SELLO
Ante tal envenenamiento, hay un PRI inmovilizado, tullido, impotente, dependiente de la nula buena voluntad de Jesús Alí, carente de transparentar esta guerra de guerrillas cuya opacidad no les beneficia y es financiada por algunos alcaldes. Un PRI quizás capaz de ofrecer el diagnóstico adecuado pero incapaz de diseñar la cura correcta…
LA SEPTIMA TROMPETA
La elaboración de un anti viperino capaz de devolverle la salud al PRI depende de quién tiene los hilos del poder en sus manos. Depende de cortar el cordón umbilical a la toxina que corroe. Impedir que con tan pocos días siga el desorden. Reconocer que el envenenamiento actual acabará por matar la confianza en sí mismos. Denuncias, comentarios y cosas peores al teléfono 99 33 18 21 65…
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