El precio de la irresponsabilidad...

“Ocuparos en trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado...”

1a de Tesalonicenses 4:11

Alfredo A. Calderón Cámara

alfredocalderon1960@gmail.com

Medidas drásticas pero vitalmente indispensables son las que con madurez y responsabilidad tuvo que asumir el Gobernador de Tabasco Arturo Núñez Jiménez ante el caos financiero heredado por la anterior administración. El primero de marzo de este año 2013 se firmó el Acuerdo que establece las medidas de austeridad, racionalidad y disciplina del gasto de la administración pública estatal para el ejercicio presupuestal del año 2013. Una vez más los tabasqueños tenemos que apretarnos el cinturón pagando lo que no nos gastamos, lo que otros derrocharon y robaron, lo que la incapaz ignorancia con su irresponsabilidad nos ha dejado casi en la banca rota y que hoy se vuelve imperante enfrentar con decisión y asumiendo los costos políticos que esto implica. Esta es la visión de un verdadero gobernante comprometido con su responsabilidad legal e histórica; el bien que hay que preservar es la salud de las finanzas públicas, que al deteriorarse aún más, pone en riesgo la estabilidad social y por ende la gobernabilidad de un estado tan complejo como Tabasco.

Son correctas las medidas implementadas por el Gobernador en este decreto, ya que precisamente donde hay que apretar es en los privilegios de la alta burocracia, para que el ahorro beneficie a los gobernados al traducirse en el saneamiento de las finanzas públicas y tengamos menos gasto corriente y más gasto de inversión que se traduzca en acciones de gobierno que generen producción, desarrollo y circulante que estimule la economía tabasqueña mantenida artificialmente por la inversión petrolera, el gasto burocrático y el irresponsable endeudamiento por generaciones. Tabasco exige orden y disciplina pero no tanto del pueblo sino de los privilegiados sexenales. Es insultante para el tabasqueño común los altos sueldos de los mandos medios y superiores, los gastos de representación, viáticos, bonos de fatiga, oficinas suntuosas y una estructura de gobierno donde aún sobran dependencias injustificables y un abusivo organigrama de inútiles subsecretarios, directores generales, coordinadores de asuntos sin importancia, asesores y consultores. Ha llegado la hora de decir basta poniendo un alto. Tabasco exige menos gasto y más inversión. Menos burócratas y más producción. De fracasar en este intento ya no habrá como pagar el precio de la frívola irresponsabilidad. Tabasco se encuentra en el umbral de una crisis que no tiene razón de ser, es evidente que detrás de las palabras de la administración anterior están las acciones de quien voz en cuello gritaba que todo estaba bien; ahora, la realidad pesa sobre un gobernante que aunque amarga, sabe es indispensable la medicina para erradicar la crisis ante el precio de la irresponsabilidad...

SEPTIMO SELLO

Durante el sexenio anterior, se le otorgó rango de Secretaría a la Planeación en Tabasco e irónicamente al crear un monstruo obeso, innecesario, infuncional y alcahuete, es cuando mayor desorden se presentó en materia de planeación, presupuestación y gasto público. Esta experiencia tiene que sentar el precedente de que un escandaloso aparato burocrático no necesariamente tiene que traducirse en eficiencia, eficacia y disciplina. Ojalá que los funcionarios actuales si sepan acatar las medidas de austeridad y racionalidad, pero que también ojalá por primera vez haya mano firme y voluntad política para sancionar a los infractores de estas disposiciones, duras pero inevitables. Si no quieren acatarlas, simplemente, que renuncien...

SEPTIMA TROMPETA

Para aquellos a quienes les conviene fingir amnesia, no deben olvidar que el Gobernador de Tabasco es un profundo conocedor de la administración pública, un hombre austero en su vida privada y pública, economista de profesión y su primer cargo público de relevancia en Tabasco fue precisamente Director del Presupuesto del estado de durante el gobierno de Mario Trujillo. Luego entonces, este decreto realista por su paulatino alcance, no es producto de una ocurrencia y mucho menos letra muerta para encajonarse. Quienes soñaron con la abundancia y los excesos de privilegios, quienes llegaron al cargo con el hambre vieja, que despierten y vuelvan a la realidad, se han equivocado de administración. Lamentablemente la irresponsabilidad y excesos del pasado nos obligan a vivir una vez más, época de vacas flacas.También puede revisar esta columna en el blog http://armagedon.elimparcialdetabasco.com.mx/

. A sus órdenes al teléfono 99 33 18 21 65…