Se le denomina a la última gran guerra. Esto será en el gran valle de Megido que está en medio de Palestina desde el Mar Mediterráneo hasta el río Jordán. Tiene 300 kilómetros de largo y 15 de ancho.
La gran batalla de Armagedón es la batalla final de la historia humana. Todos los ejércitos del mundo protegerán sus propios intereses, llegaran a Megido, se unirán formando un solo ejército que estará listos para exterminar a los judíos y obtener todo el petróleo de Medio Oriente. Aquí es cuando Jesucristo interviene y detiene la locura y la maldad de la humanidad.

martes, 15 de enero de 2013

Un nuevo federalismo...


He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un sólo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer...”
Génesis 11:6

Alfredo A. Calderón Cámara
La visita de Enrique Peña a Tabasco y Arturo Núñez deja sentir que a estos dos políticos les mueve una sólida vocación federalista, les impulsa un profundo compromiso de lograr un federalismo más vivo y actuante, que se deje sentir, que se nutra con la particularidad y potencialidad de lo Tabasco le ha dado a México, hacía mucho tiempo que la sociedad no mirada acortarse las profundas diferencias entre el Ejecutivo Federal y Estatal en turno. Eso es bueno para todos. En Tabasco como en México, en los sexenios recientes, mientras las demandas sociales y la participación política aumentaron, los canales de expresión y las instancias sanas de participación social entre el Presidente y el Gobernador se vieron reducidas. Dicho en otras palabras, Peña Nieto en su calidad de Presidente tomó la estafeta abandonada hacía mucho -la realidad le dio una cruel lección-, la sociedad se transformó vertiginosamente y tomó decisiones ante un régimen político que se perdió y no sostuvo el mismo ritmo de cambio que reclamaba la sociedad. Por eso, Peña Nieto a bocajarro dejo sentir a qué venía.

“Aquí hoy vengo a decirle al gobernador y a los demás funcionarios que el Gobierno de la República y un servidor, estamos en toda la decisión y voluntad política de trabajar de la mano en esfuerzos compartidos, en proyectos claramente concertados que nos permita ampliar la capacidad de acción y de concreción de esos proyectos que beneficien a todos los tabasqueños, mi compromiso es trabajar de la mano con las autoridades de esta gran entidad”. Ubicados, tiempos y circunstancias, el mensaje fue: ha llegado la hora de poner la política a la altura de la sociedad, de inducir a tiempo los cambios necesarios para que Tabasco tenga certidumbre, seguridad, estabilidad y mayor democracia. La actitud presidencial deja sentir que son tiempos de la reafirmación nacional, la obra pública es importante, pero el mensaje político fue nítido: avanzar juntos en la construcción de un nuevo régimen político, maduro y respetuoso de la pluralidad, fortaleciendo así la vigencia de las instituciones del país.

Por ello, porque Tabasco debe avanzar en un nuevo arreglo político que sea incluyente, que garantice que ningún tabasqueño debe pasar meses entre el agua, que ningún tabasqueño se quede sin voz y sin la posibilidad de encontrar una respuesta a sus demandas, Arturo Núñez pragmático y versado, mantuvo la política de Tabasco en las alturas nacionales al decir: “Hay responsabilidades compartidas; nunca más un ordenamiento territorial y el manejo del suelo deben hacerse aisladamente, nunca más permisos para fraccionamientos en áreas vulnerables, y nunca más obras que tarden 11 años. Apreciamos la voluntad del director general de Conagua -sic- y debemos ver al agua como el gran aliado que es para el desarrollo de México y de Tabasco”. Núñez Jiménez está en su elemento, sabía que hablaban el mismo idioma, sabe que con Peña Nieto la política es diálogo, un instrumento para ponerse de acuerdo, incorporación de otros puntos de vista, es colaboración, suma de esfuerzos para aumentar el bienestar de todos, es una herramienta de cambio que da  certidumbre y abre la puerta al bienestar que Tabasco demanda, la construcción real de un nuevo federalismo...
EL SEPTIMO SELLO
Todos en Tabasco quieren certitud e infalibilidad de largo plazo y para lograrlo sólo hay que seguir trabajando en el perfeccionamiento en el manejo sano, limpio, transparente e indiscutible de los recursos y la obra pública. Ayer, los Ejecutivos Federal y Estatal dieron una lección de cómo devolverle a la política su capacidad constructiva, edificante y creadora. Por lo mismo, ambos Ejecutivos demostraron que la relación entre los poderes es de respeto, colaboración y autonomía. Se acabaron los tiempos de regímenes supeditados a la arbitrariedad, discrecionalidad y al voluntarismo discrecional de sus gobernantes...

LA SEPTIMA TROMPETA
Arturo Núñez y Enrique Peña, se encaminan a edificar un Tabasco mejor, que restituya la justicia social, más justo, más pujante, del tamaño que merecen los tabasqueños. También puede revisar esta columna en el blog http://armagedon.elimparcialdetabasco.com.mx/. A sus órdenes al teléfono 99 33 18 21 65…

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