“Ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció...”
2ª de Pedro 2:19
Alfredo A. Calderón Cámara
Abrir la caja de Pandora resulta impresionante; por esto es que no votó la sociedad el 1 de julio, En la corrupción del Cartel de Sanmarkanda hay fotos, documentos y datos para escribir un libro. Una pequeña semblanza de Miguel Rodríguez, el gran proveedor. La persona que influye en las compras que hizo Jaime Mier y Terán de los equipos médicos a Miguel Rodríguez, fue el jefe del departamento de Rayos X del hospital Rovirosa. Ahí empezó esa relación perversa que le ha permitido al ex secretario de Salud hacer negocios millonarios en la compra de equipos médicos a lo largo de 12 años. Un ejemplo. Tan solo por haberle comprado Mier y Terán un aparato de rayos X a Miguel Rodríguez que costó al gobierno 600 mil pesos, este le vendió a Mier y Terán otro igual en la irrisoria cantidad de 100 mil pesos para su consultorio personal.
A escena “Manito de pigüa”, Rodolfo Castillo, hace años el actual director y subdirector administrativo de Mier y Terán, Rodolfo Castillo Gómez y Luis Ángel Rodríguez, egresaron de la carrera de Economía de la UJAT. Entraron a la Secretaría de Salud por medio del entonces director administrativo, John Gilbert Rodríguez Mosqueda, de quien fueron alumnos en la UJAT. Ambos muchachos llegaron a la institución con una mano adelante y otra atrás. Los dos venían de un barrio pobre, sin patrimonio alguno; pero, hoy en día son millonarios. En el caso de Luis Ángel Rodríguez, casado con una enfermera y trabajadora social del hospital Rovirosa, viven en un fraccionamiento de lujo por el rumbo de Tamulté. Ambos estrenan anualmente camionetas Grand Voyager compradas al contado. Cada 6 meses esta parejita se va de vacaciones al extranjero donde gastan dólares o euros a montones. En el caso de Rodolfo Castillo, luego de ser un pobre diablo, ahora tiene una exitosa agencia de viajes ubicada en Ruiz Cortines, casi esquina con Av. Universidad, que es atendida por su respectiva esposa. Desde luego, los negocios de Castillo son infinitos, incluyendo la propiedad de cinco taxis y 6 combis del servicio público.
Sin embargo, los verdaderos negocios de Rodolfo Castillo están dentro de la propia Secretaría de Salud y el ISSET, como antes estuvieron en el Rovirosa. Hace años, se instaló en Villa Las Flores un pequeño súper denominado Pereyra. No tena futuro alguno, pero su ubicación cercana al hospital cambió su destino. Ese súper hizo acuerdos con Rodolfo Castillo para surtir frutas, carnes, verduras y demás productos para las tres comidas de pacientes, médicos y enfermeras del hospital Rovirosa. Fue así como el supercito se convirtió en el gran negocio del rumbo. Hoy en día, Súper Pereyra no sólo surte los alimentos del hospital Rovirosa, sino los del Juan Graham, del Niño, ISSET, de la Mujer y de todos los hospitales públicos de la entidad; lector, la pura puntita, del Cartel de Sanmarkanda…
EL SEPTIMO SELLO
Faltan las historias de Hilda Santos, los negocios con la Farmacia Unión, Manuel Escamilla, Héctor López de Llergo y las pillerías de Martha Mercedes Rodríguez Arcos…
LA SEPTIMA TROMPETA
Esto apenas comienza. También puede revisar esta columna en el blog http://alfredocalderon.blogspot.com/
. A sus órdenes al teléfono 99 33 18 21 65…
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