“Con arrogancia el
malo persigue al pobre;
Será atrapado en los artificios que ha ideado.”
Será atrapado en los artificios que ha ideado.”
Salmos 10:2
Alfredo A. Calderón
Cámara
“Perro que come
huevo, ni que le quemen el hocico” dice la
prole y Francisco Herrera León no puede negar la cruz de su parroquia. La gente
desprecio al PRI precisamente por lo que son: arbitrarios, volubles, abusivos,
vejatorios y tiránicos. A esa generación es que pertenece el pobre borrachito
de Pancho Botella y no se le puede pedir peras al olmo. Haber corrido de su
trabajo a la hija de Félix Eladio Sarracina Acuña es un acto insensato, insulso
y majadero que deja ver ante la sociedad la calidad del sujeto. Que “el hábito no hace al monje” y por muy
senador con licencia que sea, sus actitudes animales dejan sentir a la sociedad
que hizo bien en reprobar en las urnas al PRI. El columnista no conoce a la
Violeta Sarracino y su padre no puede decir que es su amigo, pero este tipo de
procederes son aberraciones de un político al que el trago lo tiene perdido,
fuera de equilibrios, sin limitaciones en sus actos bochornosos, que como no
sabe lo que es respetarse a sí mismo, no puede respetar a nadie y lo que es
peor, como nunca en su vida ha tenido el mínimo tolerancia, pues qué se puede
esperar de Herrera León. Basta mirar por el retrovisor para darse cuenta que
tiene una vida seca, hueca y vacía, plena de sendas plásticas y nada de
honestidad ni consigno mismo ni con nadie.
Los insultos a Violeta Sarracino son sólo una muestra más
de la calaña del dirigente priista local. Cuando le dicen Pancho
“pachanga” todos en el PRI, es porque la
misma gente observa como este político vive para sus francachelas ¿Qué podía
esperar Tabasco con un animal político de esta ralea? Es cierto, han llegado al
poder, pero a base de traiciones, de abusos, de trapacerías y de depredar no
sólo las arcas donde han estado, sino la confianza ciudadana, por eso el
hartazgo, por eso la reprobación social y la patada en el trasero de una
ciudadanía que con su desprecio en las
urnas dejó en claro el ¡Ya basta! de tanta basura política. Y eso, eso era
precisamente lo que pretendía seguir en el poder, enemigos de Tabasco y
abusadores del pueblo. Claro está, Herrera León le echa la culpa a que todo el
tiempo vive borracho. A su favor se puede decir que no logra superar el trauma
de haber sido destituido por la impugnación de Sarracino Acuña, pero la hija no
tiene culpa alguna de la defensa legal que su padre emprendió de sus derechos
electorales. Partiendo de ese principio de orden es que se pueden medio
entender los manotazos de una bestia…
EL SEPTIMO SELLO
“No se puede llegar con el ánimo de
persecución, pero tampoco puede uno llegar pensando que no va encontrar nada;
porque no seremos cómplices y no quiero que me señalen por eso”, sin mayor pretensión que tener cuentas
claras, Humberto de los Santos Bertruy definió como ubica recibir la
administración del Ayuntamiento del Centro…
LA SEPTIMA TROMPETA
“Si encuentro algo que no concuerda con lo que me diga el
presidente saliente, habremos de proceder conforme a la ley”: Humberto de los
Santos. “Las
cuentas claras y el chocolate espeso” decían los abuelos. Y no hay de otra para
Muñoz Caldera. También puede revisar
esta columna en el blog http://alfredocalderon.blogspot.com/.
Denuncias,
soplos y chivatazos al teléfono 99 33 18 21 65…
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