“En el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá.”
Daniel 12:4
Alfredo A. Calderón
Cámara
Después de haber definido en las urnas, Tabasco entró en
un compás de espera. Bajaron los niveles de presión política y de noticias. Se va
más la reflexión aunque un grueso espera sangre en el ruedo. Habrá que entender
que aunque faltan varios meses para la transición, lo importante es que mientras
unos tratan de crear expectativas de rendimientos de cuentas anticipadas,
Arturo Núñez trabaja a marchas forzadas para estar en condiciones de trabajar
en la recuperación de Tabasco desde el primer día y eso no se va a lograr con
actitudes ajenas a la diplomacia ni dando circo por un peso, sino construyendo
los espacios necesarios para que todos y cada uno de los proyectos queden
perfectamente amarrados con la administración federal actual. Por ahora, la
democracia de la aldea -un poquito atrasada- demanda un espectáculo de mentiras
que nada tiene que ver con Tabasco: lobos contra huidizas liebres. Incluso los
primeros con suma tranquilidad miran, sin enemigo a la vista y esperan los
tiempos para cazar a sus presas, jugando con ellas mientras llega el turno de
correr tras ellas en serio.
Tiempos son estos que
para las liebres son días de terror anticipado, viven aterradas ante la amenaza
de garras y colmillos, haciendo todo para sobrevivir, pero para algunas liebres
es tal el pánico que han comenzado a cometer errores que de seguir cuesta abajo
las pudieran dejar amarradas y listas para el plato. Ello ha provocado que sea
tal la expectación de nuestra democracia mal entendida: –vencedores y perdedores-
que hay quien piensa que todo raya en la astucia de los lobos para convencer a
las liebres que su vida depende de la gracia de sus devoradores. No es de dudar
que el hambre de los lobos implica una tragedia pública, devorar liebre por
liebre ante el contentamiento del populacho. Pero la democracia es mucho más. Tabasco
no votó para que haya lobos y liebres. La experiencia dice que al final el
sufrimiento será de todos. Primero las liebres y en un tiempo los lobos. Resulta
obligado entender que las liebres no dependen del hambre de los carniceros.
Tabasco no puede
depender que su ejercicio democrático sea visto y rebajado a una función de
teatro guiñol donde los muñecos ocupan los espacios visibles en el escenario
pero actúan por cuenta de otros que apenas se esconden. Quienes sean los
encargados de llevar las riendas del gobierno en el gabinete deben responder a
los intereses de Tabasco que dicte el gobernador electo Arturo Núñez. Pues ya
hay quienes piensan que llegaran algunos a dar la cara pero se dedicarán a
fomentar y proteger los intereses de otros. Eso sería un simple y burdo pluralismo
de títeres, una democracia de pantomima de la que Tabasco está harto. Tabasco
no votó para ello. Tampoco Núñez Jiménez trae en las alforjas otra idea que no
sea la de llevar a Tabasco a estadios de bienestar de una sociedad que demanda
paz y estabilidad. Meditar en llevar el ejercicio de las urnas a una vendetta
sería polemizar sobre una posible venganza popular; la aduana de una transición
ordenada traerá la transparencia necesaria que dará la pauta para saber en
realidad lo que vendrá. Por ahora, la única certeza que se tiene, es la espera
tranquila en la que transita Tabasco, mientras tanto: la moneda está en el
aire…
EL SEPTIMO SELLO
Para lograr el fin del viejo régimen político se requerirá
el veloz adiestramiento de la clase política entrante, aderezada con una
transformación de hábitos y reflejos. Un salto a una responsabilidad compartida
entre pueblo y gobierno. Impostergable es la mutación de valores y el
surgimiento de nuevas ligas de responsabilidad, de renovadas formas de diálogo
entre las partes, el reconocimiento de la nueva correlación de fuerzas que
obliga a la aparición de una negociación constructiva…
LA SEPTIMA TROMPETA
Nadie puede negar que Tabasco está en el umbral de un
nuevo tiempo que debe llevar a un cambio verdadero; sin embargo, el aprendizaje
de la democracia puede ser catastróficamente desigual. También puede revisar esta columna en el blog http://alfredocalderon.blogspot.com/.
Delaciones,
chivatazos y confidencias al teléfono 99 33 18 21 65…
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