“Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala”…
Santiago 4:16
Alfredo A. Calderón Cámara
En Tabasco, la corrupción tiene píes y cabeza, todo es cuestión de ponerse de acuerdo como se van a repartir el dinero, crear una comercializadora y hacer de la administración pública el negocio que nunca se había dado, el expediente de Eleazar Horacio Ibarra Ojeda establece que es propietario de la empresa IBATAB con dirección fiscal la casa ubicada en calle Río Oxolotán No. 13, km.2 de la ranchería río viejo 1ª. Sección C.P.86280 de esta ciudad, su RFC IAOE560830DX2; este empresario, es esposo de la maestra Leticia Rodríguez Gómez, quien resulta ser dueña de otra empresa dedicada a los mismos negocios, llamada CRISMA con dirección fiscal en la casa ubicada en Alfonso Taracena No.102 de la colonia Nueva Villahermosa C. P. 86070 de esta ciudad y RFC ROGL620105RA4; estas dos empresas están convertidas en las grandes proveedoras de algunos ayuntamientos cómplices donde con facturas súper infladas venden por millonarias cantidades.
¿De dónde sale este sujeto? Horacio Ibarra Ojeda fue director administrativo y secretario de particular del CP. Miguel Ángel Valdivia desde que estaba en Fundación Colosio, durante el tiempo que fue diputado y por supuesto Horacio se servía con la cuchara grande ya que el Valdivia de Dios le tenía mucha confianza. Leticia Rodríguez es una maestra de preescolar en un kínder de gobierno ubicado en Las Gaviotas, ambos son actualmente proveedores de productos y servicios de los municipios de Jalapa y Emiliano Zapata donde están haciendo millones de pesos de ganancia, tanto para ellos como los funcionarios municipales administrativos que se llevan un dineral ante la brutal corrupción en que están inmiscuidos.
Un botón basta para darse cuenta de cómo están trabajando, en la pasada administración de Cunduacán con Pancho Quela, vendieron chalecos antibalas, recurso proveniente del SUBSEMUN que es un programa federal para municipios con problemas de delincuencia organizada, Horacio Ibarra en vez de comprar los chalecos en la fábrica de chalecos antibalas, se fue a Tepito y compró en el mercado negro las placas balísticas, mandó hacer unos chalecos “hechizos” aquí en Villahermosa con Arturo Martínez García, quien es propietario de una maquiladora de ropa y uniformes llamada “Unimoda”, estos chalecos tenían bolsa al frente y atrás para meter las supuestas placas balísticas, dichos chalecos fueron entregados en noviembre de 2009, (a solo un mes de terminar la administración) pero a los 20 días de entregados se comenzaron a romperse las costuras y salirse las placas; además, los chalecos al no ser originales no cuentan con ninguna póliza de garantía ni responsabilidad civil; es decir, que si el policía que los usaba era baleado o herido, no tenía ninguna cobertura y además por ser chafas nunca se les realizó prueba alguna de balística a los chalecos, lo cual debió ser una condición indispensable para autorizar la compra; pero, sabían de antemano que las placas no soportarían ninguna bala, se romperían las placas y los policías serían gravemente heridos y en peligro de muerte, todo por los fraudes de IBATAB…
EL SEPTIMO SELLO
Esta millonaria compra fue gestada por la Arquitecto Noemí, Directora de Administración de Cunduacán y Guadalupe Frías, enlace administrativo de Seguridad Pública a quien Horacio presuntamente pagó 200 mil pesos por la tranza, quien extrañamente el año pasado estreno auto de agencia, lo raro es que aún continúa en su puesto aunque cambió la administración y hasta el partido que gobierna…
LA SEPTIMA TROMPETA
La arquitecta Noemí; ahora es, Directora de Compras en Comalcalco y documentos establecen que ésta mujer desde que inició la administración, ha estado “trabajando” con Horacio Ibarra ¿A cuánto ascienden los negocios? Demasiada mugre por revisar…
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