Se le denomina a la última gran guerra. Esto será en el gran valle de Megido que está en medio de Palestina desde el Mar Mediterráneo hasta el río Jordán. Tiene 300 kilómetros de largo y 15 de ancho.
La gran batalla de Armagedón es la batalla final de la historia humana. Todos los ejércitos del mundo protegerán sus propios intereses, llegaran a Megido, se unirán formando un solo ejército que estará listos para exterminar a los judíos y obtener todo el petróleo de Medio Oriente. Aquí es cuando Jesucristo interviene y detiene la locura y la maldad de la humanidad.

viernes, 21 de junio de 2013

El dedo en la llaga...

Mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed...”
Isaías 5:13
Alfredo A. Calderón Cámara
Audomaro Martínez Zapata no conocía las flaquezas de la Secretaría de Seguridad Pública cuando decidió aceptarle al Gobernador Núñez, aportar lo mejor de sus conocimientos y experiencias y ponerlos al servicio de Tabasco. Pronto se dio cuenta de la penetración de la corrupción en los más altos niveles de la corporación, la escasa capacidad de recaudación de inteligencia y la deficiente colaboración entre sus propias fuerzas. Dados los resultados obtenidos hasta ahora  poco a poco y muy sutilmente aportan dividendos; por ejemplo, la desarticulación de organizaciones criminales internas aunque se ha avanzado, también han obstruido la recuperación de los espacios públicos y no son temas a tratar ante la sociedad, pues reconocer la septicemia generalizada en la corporación, es causa de vergüenza. Habrá que reconocer que por más esfuerzos que haga Martínez Zapata, hay factores que urge le ayuden: una campaña de concientización ciudadana ante los esfuerzos realizados y la correcta asesoría que genere una verdadera estrategia interna de comunicación social. Informar a la sociedad es vital y con ellos evita la desinformación generada por los rumores.

El aberrante crimen suscitado hace unos días, cimbró la sociedad en su conjunto, tragedia agobiante de un Tabasco que no se repone de la ruptura de viejos acuerdos y el principio de nueva rivalidades entre grupos de poder y que resultan incontrolables. A ello, apagando el fuego con gasolina aparecieron los peores carroñeros de la sociedad, los buitres del pueblo, esos que del infortunio sacan raja política, esos que sólo esperan una desgracia para montarse en las farolas y salir a declarar, pero que en nada ayudan a la paz y la estabilidad de Tabasco: sus diputados. Por eso van y tiran piedras como si estuvieran limpios de pecado, cuestionan a Martínez Zapata para quedar bien en los medios, pero no ayudan para que Seguridad Pública tenga un mejor presupuesto. La escases de inteligencia les impide a los diputados darse cuenta que consuetudinariamente por sexenios la corrupción se anido en la corporación policiaca, que en seis meses pocos han sido los avances, pero los hay; máxime, que los principales escollos están en que por años la cultura dicta que la población no cree en la policía.

Linchar a Audomaro Martínez Zapata en nada ayuda. Hasta que se conozca en realidad el móvil de tan cruento crimen es que se sabrá la realidad histórica del asesinato. Quién va a delinquir no lo hace frente a los guardianes del orden cuando van patrullando, al contrario, se agazapan y esperan el momento adecuado para abusar de las víctimas, de los más desprotegidos. Doloroso es en extremo el crimen cometido en Ixtacomitán, pero hay que entender con vehemencia que Tabasco ni las fuerzas del orden se pueden dejar dominar por una ola de villanos sanguinarios que son una minoría, que la sociedad tiene que redoblar esfuerzos, unir voluntades y extremar precauciones. Pero sobre todo, reconocer por parte de las autoridades que el problema es más grave de lo que se admite, que desde la H. Cámara de diputados, los parlamentarios mucho pueden hacer, no con declaraciones infértiles, sino aportando los elementos que sustenten y fortalezcan la lucha contra este tipo de crímenes que muestran la cara no grata de la sociedad, el rostro del dolor, el hocico de la deshumanización, el peor gesto de la barbarie y la bestialidad que ácidamente metió:  el dedo en la llaga...

SEPTIMO SELLO
Si los diputados no hubieran contribuido desde hace décadas a hacer de la impunidad el perfume inherente de la delincuencia política y organizada. Tabasco sería otro, seguiría siendo el Edén de Pellicer...

SEPTIMA TROMPETA
La sociedad se horroriza ante una historia cíclica que muerde con el mismo libreto, la misma obra, la misma escenografía, las mismas declaraciones de los políticos y la misma sed y hambre de justicia que Luis Donaldo Colosio denunciara y le costará la vida en 1994. El 5 de septiembre del 2009 también nos horrorizamos con el crimen de José Francisco Fuentes Esperón y familia. También puede revisar esta columna en el blog http://armagedon.elimparcialdetabasco.com.mx/
. A sus órdenes al teléfono 99 33 18 21 65…

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